WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, alertó sobre los riesgos de dejar de impulsar la ratificación del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), muy criticado por su sucesor, Donald Trump, y anticipó que no se quedará callado si considera que el mandatario electo amenaza los “valores” del país.
En Lima, al término de la Cumbre de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), Obama ofreció su última rueda de prensa como presidente en el extranjero, al término de su gira internacional de despedida por Grecia, Alemania y Perú.
Respecto del libre comercio, el republicano enarbola un discurso proteccionista y en la APEC, que reúne a 21 economías de la cuenca del Pacífico, la incertidumbre sobre lo que hará el próximo inquilino de la Casa Blanca fue el tema más palpable.
En línea con la declaración final de la cumbre, en la que los 21 miembros del APEC alertan del riesgo de caer en el proteccionismo, Obama enfatizó durante la rueda de prensa que la respuesta a los desafíos que plantea una economía globalizada no es poner barreras al comercio.
Varias antiguas regiones industriales norteamericanas, golpeadas por el cierre de fábricas en tiempos de la globalización, fueron parte del bolsón electoral que catapultó a Trump a la presidencia.
Posición política
Después Obama se centró en reiterar su compromiso con el TPP, un acuerdo al que ha dado prioridad dentro de su estrategia hacia Asia-Pacífico, pero que no ha sido ratificado por el Congreso de Estados Unidos y al que Trump considera un “desastre”. “Si (el TPP) no fuera ratificado, se socavaría la posición del país en la región y se reduciría su capacidad de establecer redes comerciales”, advirtió.
En el marco de la cumbre del APEC, Obama convocó una reunión entre los líderes de los 12 países firmantes del TPP y en ella se acordó trabajar juntos para seguir impulsando el acuerdo.
“Nuestros socios aclararon muy bien que quieren seguir adelante con el TPP y que preferentemente les gustaría hacerlo con Estados Unidos”, explicó Obama.
El TPP prevé un período de dos años para su ratificación por los parlamentos de los países miembros, pero para su entrada en vigor es necesario que los firmantes representen, al menos, el 85% del PIB del bloque. Eso hace que sea imposible su avance si no está respaldado por las economías más poderosas, Japón y Estados Unidos, por lo que en algunos ámbitos ya se barajan alternativas.
A ello se refirió Obama cuando comentó que “también se está hablando de acuerdos comerciales no tan ambiciosos, con menos protección para los trabajadores y el medio ambiente”.
Durante toda su gira, Obama ha tratado de tranquilizar a los demás países sobre qué puede suponer una Presidencia de Trump, ante la incertidumbre y el miedo que generan las propuestas que defendió el magnate en su campaña.
Hay que esperar
Obama argumentó que la realidad forzará a Trump a modificar las posturas que defendió durante su campaña, aunque admitió que no puede garantizar que el magnate “no perseguirá algunas de las posiciones que adoptó”. “Tendremos que esperar y ver”, comentó Obama, repitiendo el mensaje que dejó en Grecia y Alemania.
Según Obama, desde que Trump ganó las elecciones en Estados Unidos, el 8 de noviembre, su objetivo ha sido ser respetuoso con su sucesor en la Casa Blanca y darle tiempo a que monte su equipo y defina sus políticas. Pero, “como ciudadano que se preocupa” por su país, prometió hablar y salir en defensa de los valores e ideales nacionales si los considera amenazados por Trump. (Télam)
Trump triunfó contra la mayoría de los pronósticos. Ahora que ya pasó una semana, creo que podemos dejar un poco las pasiones de lado y preguntarnos: ¿Qué podemos aprender de ese triunfo?
1. El establishment político tiene menos control. La política tradicional está en crisis. Los ciudadanos esperan que los candidatos hablen sobre cosas reales, cotidianas, que atiendan a sus problemas, miedos e inseguridades. Trump logró hacerlo a pesar del sabotaje de los medios de comunicación que optaron por negarlo y distorsionarlo.
2. El componente populista se abre juego. El discurso de Trump posee características que pueden caracterizarse bajo rasgos populistas y eso genera algunas inquietudes. Confío en que el sistema institucional norteamericano, donde prevalecen las instituciones por sobre las personalidades, servirá de muro de contención a cualquier exceso que este intente cometer.
3. La globalización genera oportunidades y amenazas electorales. El proceso de crecimiento acelerado de ciertas economías -especialmente las asiáticas- sustentado en un capitalismo con escasos derechos laborales y democráticos ha puesto al resto del Mundo en vilo. Occidente enfrenta el gran desafío de mantener la estabilidad interna y los niveles de bienestar a partir de cambios en el mercado laboral.
4. El futuro es incierto. La victoria de Trump nos demuestra que muchas veces las estimaciones que se dan a conocer se realizan con información insuficiente o sesgada. En materia social no se pueden ofrecer predicciones ciento por ciento certeras sobre el futuro. En el mejor de los casos podemos analizar esquemas de incentivos.
El Futuro nos demanda prudencia a la hora de pensarlo y tratarlo. Son reflexiones que nos podrían ayudar a orientar nuestra manera de encarar los desafíos que tenemos por delante, para que Argentina logre aprovechar las ventajas que ofrece el Siglo XXI.
El cambio se sostiene con previsión y prudencia, pero también con un fuerte toque de osadía. (Télam)